2/27/2010

En Mindelo y Sto Antao

15/01/10-10/02/10: En todo este tiempo en Mindelo pudimos hacer las siguientes cosas:
- Decidir si poníamos un cable con una vela con garruchos en proa, o comprar un enrollador de segunda mano y poner el Génova que ya teníamos. Aunque Cabo Verde sea africano, los precios de las cosas en la marina son desorbitadas (a precio alemán), mientras que el servicio es tropical. El enrollador era caro y no disponíamos de dinero. Intentamos hacer un trueque con algo de valor, pero el chico del enrollador se lo pensaba demasiado, así que cansados de esperar su decisión lo mejor seria largarse con el cable y la vela que cosimos nosotros mismos días antes.
- Ir a Sto Antao para hacer montaña y ver algo de verde, conocer la gente realmente caboverdiana auténtica y disfrutar de unos días de tierra. En Sto Antao, si algo no hay es planicie. Toda la existente está llena de cultivo. Así que para andar todo es subida o bajada (y con mucha pendiente). Una de las noches queríamos hacer vivac en una cima, entre una encrucijada de dos caminos porque era lo más parecido a un rellano pero, casualidades de la vida que antes de anochecer pasaron dos hermanas con sus hijos que con una sonrisa en los labios nos obligaron a acompañarles a su casa. Y es que su tradición no les permite dejar a los turistas que duerman a la intemperie. Nos trataron como reyes y no nos pidieron nada a cambio (muy diferente de la gente de otras islas de Cabo Verde donde el turista es avasallado por todos lados). Nos enseñaron otros pueblos, todos ellos parecidos salir de las historias de Tolkien.
- Hacer las compras necesarias para la gran travesía…cosa que era bastante esfuerzo para una, porque al bajar del barco y tomar contacto con tierra uno se sentía perseguido, observado, objetivo de muchos mercantes de calle para comprar fruta, verdura, pescado…un poco agobio para nosotros que nos gustan las distancias. Al final ya te van conociendo y cada vez son menos los que se acercan.
- Comer y cenar en otros veleros: Akun (Bruno y Kuka), Tierra de Fuego (Basilio y María) y Marta y Philip, Aldebaran (Fer, Eve y Nando) que a menudo nos invitaban y amenizábamos el día de forma relajada e intercambiando impresiones, y en casa de Carmen, que lleva muchos años viviendo en CV y nos mostró los lugares de fiesta nocturna de los caboverdianos y vaya si se lo saben pasar bien por la noche: mucha música, bailes pegaditos, risas y grog (bebida típica extraída de la caña de azúcar y con muchos grados de alcohol)

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